Un año de cárcel y 3.646 euros a dividir entre los propietarios de los seis perros a los que hirió gravemente. Esas son las penas que para el gijonés M. C. M. solicita la Fiscalía. Le acusa de dejar carne llena de alfileres en un parque de El Llano, con el objetivo de matar a los perros que las ingirieran.

Así consta en el escrito que firma el Fiscal del Principado de Asturias, Joaquín de la Riva. En él, acusa de un delito continuado de maltrato animal al gijonés, del que dice que, presuntamente, colocó trozos de carne con agujas en su interior en unos jardines públicos con la intención de que se los comieran los perros que habitualmente iban allí con sus dueños, como así sucedió. La vista oral se celebrará en un Juzgado de lo Penal de Gijón, en una fecha aún por determinar.

El Ministerio Público solicita que se condene al acusado a una pena de un año de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio con animales por tres años, además del pago de las costas procesales.
Igualmente, el Ministerio Público pide que indemnice a los propietarios de los perros con las distintas cantidades que suman 3.646 euros. En ese sentido, el fiscal precisa las siguientes identidades y cantidades: A. M. T. A., 985 euros; V. R. 635; T. M. F., 414; L. M. A., 863; R. S., 575, J. M. F., 699 euros más otros 50 euros en concepto de gasto en medicamentos.

Miedo e indignación

La Fiscalía mantiene que, entre los días 22 de junio y 11 de agosto de 2011, el acusado, M. C. M., vecino de Gijón y sin antecedentes penales, depositó en unos jardines ubicados en la calle León XIII de Gijón diversos trozos de carne con varias agujas o alfileres en su interior, con la intención de que fueran ingeridos por los perros que sus propietarios llevaban allí cada día. Al menos seis animales se comieron la carne. Los propietarios de los perros tuvieron que llevarlos al veterinario, que los sometió a intervenciones quirúrgicas para extraerles los alfileres. Esto originó unos gastos a éstos que en total suman 3.646 euros.

El fiscal del Principado de Asturias considera los hechos constitutivos de un delito continuado de maltrato animal de los artículos 337 y 74 del Código Penal, y solicita que se condene al acusado a una pena de un año de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio con animales por tres años, además del pago de las costas procesales.

La acción de este individuo generó miedo e indignación en el barrio, donde se protagonizaron varias manifestaciones de protesta, así como batidas para localizar la peligrosa comida distribuida por los jardines.

Fuente: El Comercio