Los dos detenidos el pasado domingo durante la manifestación antitaurina que se desarrolló en Gijón el pasado 12 de agosto, y que acabó en las inmediaciones de la plaza de toros de El Bibio, quedaron el 13 agosto a las 13:30 horas en libertad provisional con cargos de resistencia y atentado contra la autoridad. Ello tras declarar ante el juez de instrucción que se encontraba realizando las labores de guardia, y después de estar detenidos 24 horas. Los detenidos han sufrido varias lesiones, provocadas por los agentes al proceder a su detención.

Antes de pasar a disposición judicial, los detenidos pasaron la noche del domingo en comisaría, sin que se les permitiera la asistencia de su abogado, pese a que el mismo se había desplazado hasta el lugar donde se encontraban.

Los portavoces de la Comisaría aseguran que los arrestados «se enfrentaron a los efectivos de las unidades de intervención policial cuando trataban de garantizar el acceso a la plaza». Sin embargo, en las imágenes en vídeo grabadas por asistentes a la manifestación, no se aprecia que se produjera dicho enfrentamiento, sino que se ve a policías agredir a manifestantes y hacer un uso desproporcionado de la fuerza. Uno de los detenidos es periodista de la publicación Diagonal.

Según asistentes a la manifestación, el activista fue detenido de manera ilegal, además de ser golpeado una vez reducido e introducido en el furgón policial. En ese momento, varios de los asistentes a la manifestación, preocupados por su estado de salud, exigieron que le permitieron verlo. En lugar de acceder a dicha petición, varios policías golpearon a manifestantes, y detuvieron al periodista de Diagonal.

Por desgracia, un elevado número de policías realizan denuncias por presuntos delitos de atentado y resistencia contra la autoridad de manera sistemáticamente cuando son detenidos manifestantes, incluso en el caso de que estos no hayan cometido violencia alguna. Un alto porcentaje de estas denuncias son posteriormente tramitadas como juicios de faltas, ante la inexistencia de lesiones sufridas por los policías.

Desde el Centro Legal para la Defensa de los Animales consideramos que estas detenciones y denuncias son un nuevo capítulo en el historial de represión sufrido por los defensores de los animales, así como un ataque a la libertad de expresión y a la libertad de prensa. Por ello, reclamamos el sobreseimiento libre de las diligencias abiertas contra el activista y el periodista que han sido injustamente detenidos y denunciados.