El pasado 22 de mayo, miembros de las patrullas de Tráfico y de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Tafalla de la Policía Foral mataron a una vaca y a un buey que, tras escaparse de una granja, se encontraban en la Autopista de Navarra (AP-15).

El Centro Legal para la Defensa de los Animales considera que la conducta de los policías incurre en un delito relativo a la protección de los animales domésticos del artículo 337 del Código Penal, por lo que han interpuesto una denuncia en los Juzgados de Tafalla.

Dichas muertes no tienen justificación, puesto que existían mecanismos para sacar a los animales de la carretera, tales como el uso de anestésicos y de vehículos especiales. Podemos preguntarnos qué habría ocurrido si, en lugar de una vaca y un buey, se encontraran un hombre y una mujer. Sin duda, se habrían puesto todos los medios posibles para sacarlos de la carretera sin dispararlos.

La manera en que se ha actuado en este caso, provocando la muerte de una vaca y un buey, refleja un caso claro de especismo. El especismo es la discriminación que sufren los animales que pertenecen a una especie diferente de la nuestra. Sin embargo, el resto de animales, al igual que nosotros, poseen la capacidad de sufrir y disfrutar, por lo que tienen intereses que han de ser tenidos en cuenta.