diciembre, 2011

El juez no considera probada la relación laboral entre un voluntario y la sociedad. El Juzgado de lo Social número 1 no considera que exista relación laboral entre la protectora de Melilla y el hombre que se encontraba realizando labores de limpieza de las perreras y de la zona de gatos el 5 de octubre del año pasado. Ese día funcionarios de la Inspección de Trabajo realizaron una visita al centro, situado en la calle Huerta de Salama, y comprobaron que en las instalaciones se encontraba esa persona, presuntamente realizando los citados trabajos en calidad de voluntario y colaborador de la asociación.

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El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de cuatro años de prisión y diversas multas impuestas a una mujer de Cádiz por llamar “asesina” a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez y dar un puñetazo a la concejal María del Carmen Obregón durante una protesta contra el maltrato de animales que se estaba produciendo en la perrera “El Refugio” de Puerto Real (Cádiz), donde miles de perros y gatos fueron presuntamente asesinados con un paralizante muscular que es inyectado indiscriminadamente, provocando una muerte lenta y agónica por asfixia.

Los hechos que provocaron el procesamiento y condena ocurrieron después de su participación en la concentración autorizada en San Juan de Dios. Varios miembros de la corporación municipal salieron de la cercana Iglesia de Santo Domingo, después de asistir a una ceremonia religiosa. Y los procesados, junto con otras personas, acudieron allí a expresar su protesta por las pésimas condiciones de la perrera, de la que se servían varios ayuntamientos, entre ellos el de Cádiz.

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Una clínica veterinaria deberá pagar una indemnización de mil euros a la dueña de una perra que desapareció de la misma cuando iba a ser operada, según la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Murcia.

La sentencia confirma la resolución del Juzgado de Primera Instancia de Murcia que, en mayo de 2009, estimó parcialmente la demanda presentada por la propietaria del animal y condenó a la clínica a pagarle esta indemnización.

Si bien la cuantía de esta indemnización es claramente insuficiente, la sentencia es de gran interés, pues establece un precedente al aceptar la existencia de daño moral debido a la desaparición de un animal.